El día 4 de abril salimos un convoy de 9 vehículos compuesto por furgonetas de carga y pasajeros hacia Polonia. Estábamos muy emocionados. Las ONG’s presentes en la frontera con   Ucrania nos habían comunicado exactamente lo que necesitaban y habíamos conseguido hacernos con ello: comida enlatada, pañales, elementos de primera necesidad… y lo más importante, ¡6000€ en medicamentos!

En cada vehículo viajaban dos conductores para hacer los turnos de conducción, teníamos 2.734 km por delante hasta Cracovia y queríamos llegar lo antes posible. El grupo lo integrábamos:

1.Tres empresas de las que dependía la mayor parte de la financiación del viaje:

  • Enebro Trabajos forestales y Jardinería S.L: 1 furgoneta, 1 coche, traductor ucraniano (Niko) y tres conductores. (Álvaro, Ramón y Álex)
  • Andacar 2000 SA: 4 furgonetas y 4 conductores. (Sergio, Julio, Mario y Ovidiu)
  • Optiva Media: 1 furgoneta y dos conductores (Daniel y Luna).

2. Nueve voluntarios como conductores.

3. Cuatro personas de soporte en Madrid.

Llegamos a Cracovia el día 6 de abril por la tarde, donde nada más llegar descargamos las furgonetas en dos edificios habilitados temporalmente como almacenes, propiedad del ayuntamiento de la ciudad. El primero era el centro logístico, para después distribuirlo dentro de Ucrania, el segundo estaba dedicado a los centros de comida.

NUESTRO PRIMER OBJETIVO ESTABA CUMPLIDO, el cargamento había llegado a un sitio seguro. Dos días más tarde nos confirmaron que las medicinas habían llegado a Mariúpol, una de las ciudades que más están sufriendo este conflicto.         

Ahora quedaba por cumplir el segundo objetivo, llevar de vuelta con nosotros a personas refugiadas ucranianas que quisieran ir a España.

En ese momento el grupo se separó, las furgonetas de carga ya no tenían función, excepto una de apoyo para maletas y bultos.

Por lo que nos contaron las personas de las ONG’s en Cracovia, la huida de civiles en Ucrania va por oleadas; depende de cuando abren un corredor humanitario, de la fiabilidad de ese corredor, de si ha habido ataques en un sitio donde no había habido antes… Por la arbitrariedad de estas variantes no había ninguna persona refugiada en ese momento que quisiera venir a nuestro país a excepción de una familia compuesta con una madre con sus tres niñas y su abuela. Conocerlas supuso un antes y un después en nuestro viaje.

Nosotros sabíamos que había muchas personas que necesitaban huir de la guerra y que querrían venir con nosotros a España, si no estaban en Cracovia habría que ir donde estuviesen, y este sitio resultó ser Varsovia, por lo que decidimos ir hasta la capital.

La estación de tren de Varsovia está habilitada como centro de refugiados para personas que todavía no tienen destino o están esperando a que un convoy les cuadre para llegar reunirse con sus familiares en Europa, también se han montado unas carpas a modo de comedor, donde no cabían más refugiados cuando estuvimos allí. Allí un voluntario español y un militar del equipo especial internacional nos ayudaron con el enlace y el listado de nombres de las personas que vendrían con nosotros.

Esa misma tarde empieza nuestro viaje de vuelta: nerviosos, contentos, tristes, queriendo hacer las cosas lo mejor posible…

Tras un viaje de tres días consecutivos el 11 de abril llegamos a Torrelodones (Madrid),

Finalmente, las familias han sido acogidas en Alicante, Almería, Lisboa, Málaga, Pamplona, Vitoria y Madrid.

Los mensajes de WhatsApp agradeciéndonos todo cuando fueron llegando…. En fin.

Además de la aportación social obtenida, este viaje ha sido posible gracias a:

MUCHAS GRACIAS    – ДУЖЕ ДЯКУЮ