Una nueva promoción de grandes jóvenes dispuestos a comerse el mundo. El pasado viernes celebramos la ceremonia de graduación de nuestros 66 alumnos de 2ª de Bachillerato. Una emotiva ceremonia llena de grandes momentos que sin duda todos recordaremos.
Compartimos con vosotros el precioso discurso de despedida de nuestro director, D. Daniel Lozano. Palabras en las que quiso transmitir la importancia de nuestra dimensión humana, de tratar de crecer día a día buscando ser mejores personas, y de luchar por unos ideales que siembren humanidad, respeto, cariño y paz.
Gracias a todos.
En el día de hoy se han escuchado y aún quedan muchas palabras por decir. Sabéis que las palabras son el modo que utilizamos las personas para explicar conceptos abstractos. Con ellas somos incluso capaces de generar sentimiento o emociones… Las palabras… ese intento de protegernos del silencio en el que descubrimos nuestro ruido interior.
Al final del día de hoy vuestros oídos estarán saturados de ellas. Al acostaros (seguro que tarde), tras apagar la luz, resonará agradecimiento, futuro, esperanza, anécdotas, incertidumbre, recuerdos, grandeza, herencia… el eco de un intento de regalaros una experiencia y una clave para afrontar un futuro que os espera.
Pero junto a la palabra hay un modo más íntimo, primario de percibir la realidad. El sentimiento, la emoción o las actitudes se expresan mejor con lenguaje no verbal. Y existe un término que aúna ambos, lo complejo y lo intuido. Este es “la belleza”. Esa es mi palabra para vosotros hoy. Mi regalo.
En el pensamiento griego la belleza se relaciona directamente con la simetría, la armonía y la proporción. Lo habéis estudiado. La mayoría de los filósofos concuerdan en que la belleza es algo bueno. Platón afirma que ella lleva al bien y la une con las ideas de amor y bondad como parte de lo mismo. Y esa trinidad, amor-bondad-belleza, debió de hacer fortuna y llegar hasta nosotros a través del mundo romano, pues de la palabra latina bellus, hermoso, proceden las castellanas bueno y bonito.
Aristóteles definió la belleza como ‘armonía” y Kant hizo referencia a lo bello como “la representación que produce un placer inmediato y libre de cualquier consideración teórica o moral”, es decir, que lo bello se usa como un placer desinteresado.
Y esta belleza de la que os hablo no es abstracta. Desde el Colegio os deseamos que la cultivéis, porque ella conduce a quien busca ser buena persona, a quien va más allá de las apariencias, que lucha por unos ideales que siembran humanidad, respeto, cariño, paz, como la imagen de nuestra Madre Inmaculada.
Muchachos la belleza está en vosotros, la tenéis cerca.
¡Buscadla! que espera dejarse encontrar.
Permitidme que os hable brevemente de mi experiencia. Empecé aquí como profesor de tecnología, luchando para que no os desangraseis con las seguetas, ni os quemaseis entre vosotros con la pistola de silicona. Bregando para que el dibujo técnico no fuese sólo alivio para quien venía saturado de poetas y literatos.
Quienes fuisteis mis tutorados o alumnos míos entendisteis, así lo quise vivir y enseñar, que no era vuestro padre ni quise nunca ocupar ese lugar, que no os evité la frustración, sino que os acompañé en el sufrimiento para descubrir juntos hasta dónde se es capaz de llegar. Que los límites son oportunidades y las grandezas propias son fruto de la semilla que otro plantó.
En este colegio, y ahí está mi gratitud, he aprendido y aprendo el arte de vivir. En primera persona. Junto con otros, con mi familia, con mi claustro, con los padres, con vosotros queridos alumnos.
Intento cada día estar a la altura que os merecéis.
Gracias al colegio por este trabajo tan bien hecho. Gracias a vosotros padres por confiarnos este bien preciado. Gracias a vosotros queridos alumnos por dejaros guiar, por confiar en una promesa, por fiaros de una palabra, la misma que os regalo.
Queridos alumnos, nuevos alumni, hay una belleza ahí fuera esperándoos. Delicada, sutil, fuerte en su debilidad. Disfrutadla y venid después a contárnoslo a este, vuestro siempre querido colegio Peñalar.
Muchas gracias.
Daniel Lozano,
Director Colegio Educare Peñalar
